Si hay un proyecto que goza de consenso social ese es el tranvía urbano y tren de cercanías (Tram-Tren) para Cali y sus municipios vecinos Jamundí, Yumbo y Palmira. Lejos de ser el clásico embeleco de los políticos de turno, es una necesidad real para el futuro de la movilidad de la red de municipios. No hay duda, con la actual tendencia de motorización, en 10 años el área metropolitana se enfrentará al ‘apocalipsis’ de la movilidad.
Según la Encuesta de Movilidad 2015, unos 200.000 viajes diarios se realizan entre Cali y sus municipios vecinos, de los cuales 49% son en transporte privado y 37% en transporte público –formal e informal-. En cuanto a la movilidad en Cali, del total de viajes diarios, 30% se realizan en transporte privado y 28% en transporte público –formal e informal-. Preocupante una tendencia en la que el transporte público vaya perdiendo terreno frente al transporte privado, más si tenemos en cuenta que 53% de las intersecciones de la red vial arterial de Cali ya presentan un alto nivel de congestión y que, según estimaciones de Planeación Municipal, en una década tendremos el doble de autos y el triple de motos.
Asumamos tres verdades innegables: Primero, no es razonable pretender ofrecer más vías a todos los vehículos que tendremos en la próxima década, la respuesta a la congestión en entornos metropolitanos son los sistemas de transporte masivo. Segundo, es fundamental un sistema ferroviario de mediana-alta capacidad (mayor a 30.000 pasajeros/hora/sentido) para el futuro de Cali y la red de municipios, pero este requerirá un subsidio a la operación y con ello un ingenioso diseño del modelo de gestión y de fuentes alternativas de financiación de la operación. Tercero, el diseño del actual Sistema MIO está limitado a una mediana-baja capacidad (menor a 15.000 p/h/s), así que su extensa red debe entenderse como un sub-sistema urbano que hace parte de un sistema intermodal de rango metropolitano del cual el Tram-Tren será la espina dorsal.
La Ley 1753 de 2015 (Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018) ofrece nuevas posibilidades para proyectos como el Tram-Tren. En sus artículos 32 y 33 establece que para el caso de sistemas ferroviarios el Gobierno Nacional no solo podrá cofinanciar hasta el 70% de los costos de diseño y construcción sino también hasta el 100% de los costos de adquisición de material rodante (vehículos ferroviarios). Además, establece instrumentos alternativos para la financiación de la operación como la contribución por uso de estacionamiento público, cobros por congestión o contaminación y captura de plusvalías.
¿Y si vinculáramos a la empresa de energía EPSA como socio del proyecto teniendo en cuenta que el 34% de esta pertenece al sector público y que la factura de energía representa un 30% de los costos de operación de un sistema ferroviario? ¿Y si los peajes intermunicipales pasaran de manos privadas a una futura Autoridad Metropolitana de Movilidad para que sus utilidades fueran usadas para subsidiar la operación del Tram-Tren? Sí, esto amerita un análisis de rigor.
Necesitamos un proyecto que nos ilusione, que nos rete, que nos una: Tram-Tren, empecemos ya que el camino es largo.
Carlos Alberto González GuzmánMayo 23, 2016
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Publicación: Diario El País
Edición Impresa, Página B1. Cali, Colombia. Mayo 23 de 2016
Artículo de Opinión
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